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martes, 1 de abril de 2014

LOPE DE VEGA Y LA CREACIÓN DEL TEATRO NACIONAL.



 

 

En un siglo en que Inglaterra crea el teatro isabelino y Francia la Comèdie Nationale, España crea también su teatro nacional del siglo de Oro. Y si los nombres de Shakespeare y Molière se hacen universales, también  Félix Lope de Vega es llamado con justicia “Fénix de los ingenios” y creador del teatro español moderno.

El teatro medieval nace en las Iglesias, como representaciones litúrgicas o paralitúrgicas. Lope de Rueda lo seculariza y hace de él una diversión popular. Se crean los “corrales” y las compañías teatrales como nos cuenta Agustín e Rojas en su “Viaje entretenido” .Los colegios de jesuitas utilizan el teatro como medio educador, imitando a los clásicos. Y con Lope de Vega se establecen sus bases y estalla su éxito como diversión y educación de todas las clases sociales.

De Molière se conservan unas 15 comedias y ballets. De Shakespeare 32 entre comedias y tragedias. De Lope se conservan más de  400 obras teatrales, además de sus poesías, novelas y  poemas épicos. ¡Y las que se habrán perdido!, pues el autor pierde sus derechos al vender su obra al director de una compañía, y con frecuencia sólo queda el original manuscrito. Muchas obras probablemente ni siquiera llegarían a la imprenta. Por esto, y por su agitada vida, fue llamado Lope monstruo de la naturaleza. Su facilidad para la versificación y la composición, su imaginación portentosa, su oficio de escritor hacen de él un verdadero prodigio. Ya dijo él de sí mismo que con frecuencia sus comedias “en horas veinticuatro/ pasaron de las musas al teatro”.

Nacido en Madrid en el último tercio del siglo XVI, en 1562, Lope de Vega vivió una vida familiar y amorosa agitada .Estudió con los jesuitas. Expulsado de Madrid por haber seducido a Elena Osorio, hija de un empresario teatral, escribió en su madurez La Dorotea recordando estos amores. Rapta a Isabel de Urbina y se la lleva a  Valencia. La abandona para embarcarse en aventuras militares. Vuelve a Madrid y se casa con Juana de Guardo, mientras tiene un amorío con la actriz Micaela de Luján. Se ordena sacerdote y convive con Marta de Nevares, a la que cuida con devoción en  su enfermedad. De estos amores tiene varios hijos que viven con él en su casa madrileña. De ellos, Marcela se hace monja, y otra huye con un amante; muere niño su pequeño Carlos Félix. Entretanto, él sirve al Duque de Sessa, su protector, y escribe, escribe su ingente obra que le da una inmensa fama. Cualquier obra de Lope es reputada buena. Su muerte  en 1635 es sentida de manera extraordinaria por el pueblo de Madrid.

Para conocer el pensamiento de Lope de Vega acerca del teatro es imprescindible acercarse a su escrito doctrinal “Arte Nuevo de hacer comedias”. Hay que advertir que “comedia” es la forma de llamar a cualquier obra teatral, tragedia, drama o comedia. El Arte Nuevo  fue escrito en un día para ser leído por el  autor ante los intelectuales que se reunían en la Academia de Madrid en 1609. Está formado por  389  endecasílabos blancos (sin rima), con la excepción de algunos pareados. En esta curiosa forma escribió Lope de Vega la justificación de su teatro. Él escribe para la gente, ya que “pues las paga el vulgo, es justo/ hablarle en necio para darle gusto “.

Tras la captatio benevolentiae, Lope hace una demostración de erudición. Él no ignora las normas de Aristóteles, pero no las cumple porque no quiere. Mezcla lo trágico y lo cómico, porque “ejemplo nos da naturaleza, que por tal variedad tiene belleza”. Divide la comedia en tres actos, y procura que el desenlace sea tardío y sorprendente. Hay que mantener el interés hasta el fin para eludir la cólera del español sentado. Hace un planteamiento, desarrollo y conclusión. Trata temas múltiples, pero los  que prefiere la gente son los  de amor y honor.

Procura adecuar el lenguaje a cada carácter (decoro). Utiliza la métrica de una forma pensada (las décimas para quejas, el soneto para los que aguardan, las relaciones piden los romances…etc.).Procura que los tiempos transcurran entre los actos, y que no haya más de dos acciones. Quiere buenos actores y apropiados escenarios y vestuarios .Gusta mucho la mujer vestida de varón. Conviene engañar con la verdad y picar sin odio. En fin, toda una teoría  teatral expuesta con la sencilla autoridad que le da su éxito.

El teatro se va a convertir en el gran educador del pueblo, así como su principal diversión. Existen también los teatros cortesanos, como el del Buen Retiro incluso las grandes representaciones al aire libre, como la famosa naumaquia del Retiro, o la representación de “La gloria de Niquea” del Propio Lope en Aranjuez.. Sin embargo, los nobles y el mismo Rey acuden a los corrales. Los principales estaban en Madrid, Sevilla, Alcalá de Henares, Valladolid, Zaragoza, Valencia y Barcelona. En Madrid estaban el Corral del Príncipe o de la Pacheca y el de la Cruz. Se trataba de patios de vecindad  adaptados para la representación con un escenario y puertas y  balcón corrido para la representación. El público asiste de pie, aunque también  hay bancos y taburetes en torno al escenario. Las mujeres  abarrotan la cazuela, los clérigos e intelectuales la tertulia, y los nobles y gente acomodada alquila los balcones. La representación se hace con luz de día, e incluye loa, entremeses y jácaras. Tiene un indudable parecido con los teatros ingleses que nos describe Shakespeare (la O de madera…). Sus ganancias se dedican a los Hospitales.

Resulta difícil clasificar la ingente obra de Lope de Vega. Generalmente se ha hecho la clasificación por temas: comedias religiosas, como La hermosa Esther, o La buena guarda mitológicas, como El laberinto de Creta vidas de santos, como la de San Isidro Labrador. Autos sacramentales, como El hijo pródigo…etc. Ente sus tragedias destaca “El castigo sin venganza”, con un tema de incesto. Entre sus dramas “El caballero de Olmedo” basado en un asesinato que sucedió efectivamente y que dio lugar a un cantar popular “Que de noche le mataron /al caballero/la gala de Medina/ la flor de Olmedo”. Fiel a su sentido teatral, Lope introduce el elemento amoroso y la presencia celestinesca.

La mayor parte de sus obras pueden clasificarse como “de capa y espada”. Son historias de amor y de honor ciudadanas, como “La dama boba” o “El perro del hortelano”,”La moza del cántaro”, “La villana de Vallecas “El acero de Madrid”, etc.

Pero quizá las que le han dado mayor fama son las que se refieren al honor, concretamente el honor de los villanos, atropellado por un noble y restaurado por el Rey. Éste aparece así como el gran defensor del pueblo frente a los abusos de la aristocracia. A este tipo pertenecen “Peribáñez y el Comendador de Ocaña” “Fuenteovejuna “El villano en su rincón” y “El mejor alcalde, el Rey”. Me detendré un momento en la primera de estas obras, “Per Ibáñez…”. Ya el nombre nos indica que se trata de un villano, en este caso un labrador rico, dueño de tierras en Ocaña, con buena casa de labor y criados. La obra comienza con la alegre boda de Peribáñez y Casilda. Todo el pueblo se ha reunido, cantan y bailan y los desposados se dirigen el uno a los otros rústicos elogios enamorados.

El comendador de Ocaña irrumpe en la fiesta herido de asta de toro. Casilda lo atiende, y el Comendador la desea. Ante su rechazo, El Comendador arbitra enviar a Peribáñez al frente de un grupo de hombres a la defensa de Ciudad Real. Esa noche, intenta disfrazado seducir a Casilda que le responde “más quiero yo a Períbañez/ con su capa a la pardilla/ que al Comendador de Ocaña/ con la suya guarnecida”.En fin, vuelve Per Ibáñez y mata al Comendador. Acuden marido y mujer ante el Rey, y oída su historia, ésta da por bien aplicada la muerte, pues también los villanos tienen honor que defender.

Lope de Vega es gran creador de tipos, no muy individualizados: la dama, el galán, el viejo, el gracioso…Pocos personajes destacan de manera individual; más bien responden a tipologías: el noble arbitrario, el labrador honrado, la dama ingeniosa y enamorada, etc. Sin embargo, la gran  habilidad creadora de Lope de Vega sabe desacartonar a los personajes, darles verdad y profunda humanidad. Especial interés tiene su figura del gracioso, verdadera contrafigura del galán, amigo y consejero de éste, al que ayuda con  picardía e ingenio.

Especialmente destacable es su naturalidad en el lenguaje, su facilidad versificadora, nunca ripiosa, siempre sencilla y elegante. Utiliza con frecuencia la lírica popular, a la que sabe dar gran naturalidad: (Naranjitas me tira la niña/ en Valencia por la Navidad…) (En las mañanitas/ del mes de Mayo/ cantan los ruiseñores/ retumba el campo).

También es notable en Lope su capacidad para ir creando la obra a partir de un sencillo núcleo, desarrollándola con veracidad y coherencia, manteniendo la intriga hasta el final, e introduciendo golpes de efecto.

La influencia de Lope de Vega ha sido inmensa en el teatro español. Tuvo muchos continuadores de lo que se podría llamar su escuela: Ruiz de Alarcón, de origen mexicano, autor de obras algo más rígidas, como “La verdad sospechosa”; Guillén de Castro” El vergonzoso en palacio “Las mocedades del Cid”; Mira de Amezcua y su “El esclavo del demonio”; Vélez de Guevara y su “Reinar después de morir” y muchos más, incluyendo al gran Cervantes (fracasado en el teatro  en los mismos años del triunfo de Lope) Tirso de Molina e incluso a Calderón de la Barca, el cual con su gran personalidad va a iniciar una nueva etapa más ideológica y barroca en el teatro español.